la valoración más positiva
Recuerdo una vez, hace años, en mis vacaciones siempre me desplazaba a Santona a comprar anchoas y en una de las veces mantuve una conversación con Emilia y me contaba que era muy exigente con sus operarias, algunas no limpiaban las anchoas como ella requería y tenia una lucha para que quedaran como a ella la gustaba. Siempre han tenido mucha calidad y espero que así sigan trabajando.
Leer más